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viernes, 31 de julio de 2009

LA HISTORIA DEL PLÁTANO Y EL AUTOBÚS

Ayer fue la segunda vez en mi vida que un extraño me regala una sonrisa y un plátano en un autobús. La primera vez fue en la India hace cuatro años, en un autobús suicida con un conductor que parecía reirse de los acantalidados infinitos mientras yo pensaba en la muerte digna del viajero... Éstábamos Juan y yo apretados contra un tipo que desprendía un olor doloroso y penetrante, nos mirábamos el uno al otro con sufrimiento, pensando en las diez horas de viaje que todavía nos quedaban por delante. En un momento dado el conductor tomó la sabia decisión de darnos un respiro a todos, o al menos a nosotros dos, y paró unos diez minutos para ir al baño y demás. Al volver al autobús, Juan y yo recuperamos nuestros asientos con la triste pero sincera esperanza de que aquel hombre de ropas deshilachadas y olor podrido decidiera sentarse en otro lado. Muy en contra de nuestros planes, el hombre nos buscó con la mirada y recuperó su siento a nuestro lado. Nada más arrancar el autobús, aquel hombre por el que empezamos a sentir un incontrolable rechazo y quien no parecia tener más posesión que cuatro dientes rotos y un trapo que utilizaba como bolsa sacó unos plátanos de la nada y nos los ofreció con una enorme sonrisa. Tal vez tardamos dos segundos en reaccionar y aceptar aquellos plátanos pero fueron dos segundos de esos que se estiran de manera que cientos de fotogramas y pensamientos se cruzan incontrolables por tu mente. Me dejó clavada en mi asiento, pensando en la lección de generosidad que inocentemente ese hombre me había dado. Generosidad por simplificar y llamarlo de alguna manera... no pudimos evitar sufrir un sentimiento de culpa horroroso, plantearnos qué tipo de valores arrastra nuestra cultura que hacen que un gesto tan humano y natural nos suponga una situación de culpa absoluta. La escena del autobús y el plátano la arrastro desde entonces como una de los momentos más bonitos de mi vida.

Ayer volvía de Victoria, la pequeña capital de esta república, con dos compis de GVI en un autobús del mismo estilo suicida que el de la India. Esa vez con más cayo y sin miedo - porque a todo una se acostumbra -, y cada cual sentado en donde bien pudo encontrar un hueco. Jenni y yo encontramos hueco al final del autobús y compartimos asientos con un grupo de cuatro mujeres, tres de ellas amigas. Parecían haber pasado el día en la capital comprando y paseando, charlaban en su francés criollo y se reían alegremente. En un momento dado sentí que alguien me tocaba el brazo suavemente y al girarme dos de ellas me miraban sonrientes con un ramo de plátanos entre sus manos. No me dijeron nada, me sonrieron y agitaron los plátanos suavemente para que cogiera uno sin miedo. Cogí uno emocionada, les di las gracias como bien pude en francés y avisé a Jenni que estaba delante nuestro para que se volviera a coger uno también. Para más sorpresa, golpearon el hombro de la mujer seychellois sentada junto a Jenni y le ofrecieron uno a ella también. De nuevo un plátano y un autobús me hacen feliz, otro recuerdo inolvidable para el cajón de los momentos más dulces de mi vida.

El viaje duró una hora y recorrimos selva como si la isla fuera diez veces más grande de lo que realmente es. Llegamos a la costa justo después del atardecer y la última media hora bordeamos la playa de manera que al estirar la mano por la ventana casi llegaba a tocar la orilla. En el horizonte, los últimos rayos del sol dibujaban las siluetas de las islas de enfrente y mi retina registraba la imagen como si fuera la portada del libro de mi vida. Pensé en el mar, en lo que había debajo de esa inmensa capa azul y en lo que poco a poco voy aprendiendo de él...

En 1999 los arrecifes de las Seychelles sufrieron el mayor desastre medioambiental de su historia, un blanqueamiento que acabó con prácticamente todos los corales de las islas. La temperatura del agua subió hasta alcanzar los 34°C y se mantuvieron así durante ocho largas semanas. En contra de lo que muchas veces se cree, los corales son animales y suelen vivir en aguas con temperaturas que oscilan entre los 24°C y los 30°C. En el caso de darse un aumento tan grande en la temperatura del agua, una semana resulta el tiempo límite de vida de un coral, es decir, después de una semana algunos corales podrían recuperarse y crecer de nuevo, pero ocho semanas seguidas se traduce en muerte asegurada. Así, en 1999 un 98% de los arrecifes de coral en las Seychelles murieron,inguna anémona sobrevivió, murieron el 100% de todas ellas. Han pasado diez años y en todo ese tiempo se ha recuperado un 34% de los corales. Las anémonas están reapareciendo muy poquito a poco, pero sin duda es una enorme alegría. El pececillo de la foto adjunta es un pez payaso, que es propio de las anémonas. Allí donde ves uno, tiene que haber una anémona detrás que el pez protejerá valientemente. El de la foto es un "Seychelles Anemoniefish", Amphiprion Fusocaudatus.

Como es de imaginar, la muerte de los corales supone la muerte de muchos peces ya que muchos se alimentan de corales y los que no, se alimentan de esos peces que comen corales... Pero existe el caso de darse lo contrario, esto ocurre a veces con una estrella de mar conocida como "corana de espinas". La corona de espinas puede alcanzar el medio metro (o más) de largo y tiene a lo largo de todo su cuerpo unos pinchos que pueden llegar a medir cinco centímetros de largo. Estas estrellas se alimentan a base de corales, pueden llegar a deborar colonias enteras en poco tiempo. Existen programas de conservación marina que se dedican a sacar coronas de espinas de los arrecifes cuando se dan plagas, pero existe un debate en torno a la eficacia de este tipo de programas. De manera natural la corona de espinas se fortalece cuando se ve atacada, busca estrategias de defensa como esconderse bajo rocas y corales, y así estos programas provocan lo contrario, hacen que las coronas de espinas sean más fuertes todavía y se de una infección crónica por supervivencia. Además, no debemos olvidar que la corona de espinas es parte del arrecife de coral y que por tanto forma parte de la cadena alimenticia. Así como ésta se alimenta de corales, existen predadores en el arrecife que son predadores naturales de la corona de espinas, entre ellos están los peces emperadores y peces gatillo que se las comen cuando todavía son juveniles. Su predador más temido es la GIANT TRITON SHELL, que se la puede comer entera cuando es adulta y la digiere durante una semana refugiada tranquilamente bajo una roca. Por tanto, la corona de espinas puede ser un peligro para el arrecife cuando se produce una plaga, pero al mismo tiempo sacarlas deliberadamente de su entorno puede tener ciertas consecuencias negativas como la infección crónica por supervivencia, además de recortar el alimento de muchos otros seres del fondo de coral. Según Udo Engelhardt, que lleva años al mando de este tipo de programas, sólo cuando se dan más de 30 coronas en una hectaria debemos preocuparnos. Mientras tanto, lo mejor es dejar que la naturaleza haga con su vida lo que quiera...

marta

* Entre mis lectores sé que hay biólogos (marinos o no), buceadores y sabios varios que saben mucho sobre fondos marinos y conservación. Me encantaría que participarais con vuestros conocimientos, que aportarais datos o anécdotas interesantes y que por supuesto os sintiérais con confianza de sobra para criticar a esta principiante del mundo marino si algo de lo que escribe os genera una espinita en vuestros cerebelos ;) Gracias!
p.d. no todas las fotos son mías... agradecimientos a los fotografos que me regalan sus bonitas fotos!

viernes, 17 de julio de 2009

VOLUNTARIADO EN GVI SEYCHELLES, ¿TE APUNTAS?

Global Vision International se dedica a programas de conservación medioambiental de distintos tipos, este es el link con la lista de expediciones que realizan. En mi caso, soy voluntaria en la expedición de conservación marina que se lleva a cabo desde hace once años en las Seychelles, pero existe una expedición igual situada en el caribe mexicano. En este post os voy a hablar de la expedición de las Seychelles, ya que es la que conozco. Para más información echar un vistazo a la web de GVI. Empezaré con los requisitos necesarios para ser voluntarix, continuaré con la organización del campamento y finalmente haré un resumen de lo que consiste básicamente el trabajo de GVI en cuanto a conservación en las Seychelles.
Empezando por los requisitos para ser voluntario, son estos:
- Inglés. Es necesario hablar inglés ya que todas las clases, lo talleres, los peces, los libros, los intstructores... todo es en inglés. Resultaría realmente complicado venir aquí sin un nivel de ingles medio-alto. EL programa en México es igual, es necesario hablar inglés a pesar de ser México... :(
- Curso de Buceo nivel Open Water. Una vez estáis en el campamento podeir realizar otros niveles como el Avanzado o el de Rescate, pero para poder ser aceptado es necesario venir aquí con el nivel Open water. En este caso parece que en México hay un voluntariado en el que puedes ir sin saber bucear y que allí te preparan.
- Dinero, cómo no. Este voluntariado es de los que pagas para poder hacerlo. Se realizan expediciones cada tres meses más o menos y son de cinco a diez semanas de duración. El coste dependerá de la duración de la expedición, claro. Para ver costes y fechas pincha aquí. este dinero cubre alojamiento, comida, parte del equipo de buceo y la formación obteniendo titulación en identificación de peces o corales. No incluye billete de avión.
Elegir entre estar cinco o diez semanas no es solo una cuestión de dinero para aquellos que valoren la idea de hacer carrera en conservación medioambiental. Cuando pagas por diez semanas tienes la posibilidad de solicitar unas "prácticas" y quedarte durante la siguiente expedición de diez semanas sin coste alguno, formando parte del equipo organizativo, e incluso existe la posibilidad de obtener un trabajo pagado para las siguientes expediciones. Por supuesto, este tipo de cosas ya dependerá de los méritos de cada cual...

En cuanto al campamento, todo es muy básico y aunque el lugar es extremadamente fotogénico, la estancia en GVi no son unas vacaciones de buceo. Nos levantamos a las 5.45 de la mañana, nos encargamos de la limpieza del campamento, del cuidado del barco y buceo, de preparar desayuno/comida/cena para unas 30 personas y de llenar las botellas de aire comprimido. El número de voluntarios suele ser de unas 25 personas. los cuartos son mixtos y duermen unas ocho personas en cada uno. Hay un baño para ellos y otro para ellas con dos duchas en cada uno, con estupendos chorros de agua fría. la alimentación es básicamente vegetariana (pasta, arroz, cereales, fruta y verdura) hay pescado una o dos veces por semana y la carne no está incluida (si alguien quiere carne tiene que pagarla y comprarla aparte. Mis compañeros lo hacen una vez por semana)
todas las tareas se hacen por grupos. Se divide a los voluntarios en cuatro y las tareas rotan diariamente. Se bucea una o dos veces al día, primero para formarse en identificación y luego para la investigación en sí. Los buceos recreativos no están incluídos pero se pueden organizar para algún fin de semana con un centro de buceo con el que GVI colabora, recibiendo descuentos por ser voluntario de GVI.

Por último, decir que el trabajo de GVI en las Seychelles empezó hace once años, después del masivo blanqueamiento de sus arrecifes (un 98% del arrecife murió) y desde entonces se dedica a recoger datos sobre la situación de los arrecifes de coral y toda la vida marina que gira en torno a ellos. GVI se basa en estudios a largo plazo, recoge información de manera que se va obteniendo un importante historial de la situación del arrecife en los últimos años, basándose en especies que por alguna razón son de interés científico. Este interés puede ser el peligro de extinción (como el caso de las tortugas9, sobreabundancia (como en el caso de la corona de espinas-estrella de mar que se alimenta de corales9, sobrepesca y cambio climático. los datos recogidos son analizados por MCSS y forman parte en estudios y artículos reconocidos a nivel mundial - colaborando con otras organizaciones como CoralReefCare.

Y bueno, básicamente eso es lo que os puedo contar a día de hoy. para cualquier cosa no dudéis en preguntarme, podéis escribirme directamente a mi correo o dejarme un comentario en el blog.

Espero haber resuelto vuestras dudas!!
Un beso,
marta

domingo, 5 de julio de 2009

PECES DE COLORES ALEGRAN LA VIDA DE MAHÉ

Tengo puestos unos cascos gigantes de color naranja para amortiguar el ruido del compresor de aire. Mientras lleno las botellas de los buceos de mañana pienso en los ocho días que llevo aquí. ocho días… no sé si será la distancia o lo fácil que resulta adaptarse a este lugar, pero tengo la sensación de que hace meses que llegué aquí. Hemos empezado los talleres de identificación de peces, la teoría y la práctica. Mis compañeros y yo pasamos horas bajo las palmeras repasando tarjetas con fotos de peces, aprendiendo a distinguirlos y adivinando el nombre que se esconde en la parte trasera de las tarjetas. Al mismo tiempo, vamos yendo a bucear por grupos, donde ponemos en práctica lo aprendido; nuestra profe señala y persigue un pececillo con una barra blanca gigante y nosotros nadamos detrás de ambos mientras escribimos el nombre del pez en cuestión en unas tablillas. Cuando estoy bajo el agua y levanto la vista de mi tablilla no puedo creer la cantidad de peces que me rodean. El arrecife de coral guarda una cantidad de peces infame, de todas las formas y colores posibles. Resulta casi inevitable sentirse en un mundo fantástico e irreal. Aprender el nombre de los peces hace que me sienta más cerca de ese mundo y la verdad, no hace que pierda misterio, al revés, lo gana. Cuanto más sé, más quiero saber. Las dos primeras semanas de la expedición las vamos a dedicar a aprender a identificar peces. Es imprescindible que seamos capaces de obtener un 99% de aciertos en los exámenes para poder formar parte de la recogida de datos que realiza GVI. Hace ya doce años que la organización realiza un seguimiento de los arrecifes en las Seychelles, formando parte importante de los estudios de Marine Conservation Society Seychelles (MCSS), quienes se encargan de analizar los datos obtenidos por los voluntarios de y expertos de GVI. Por ello, es muy importante que la gente que tome parte en estos estudios esté capacitada para hacer un buen trabajo y para ello GVI dedica mucho tiempo a preparar bien a sus voluntarios.
GVI divide sus expediciones en dos tipos; identificación de corales e identificación de peces. En esta ocasión, me ha tocado identificación de peces. Estudiamos peces de varias familias: peces mariposa, peces ángel, peces loro, TRIGGERFISH, meros, sweetlips, rabbitfish, wrasses, squirrelfish, soldiers, bigeyed...(siento poner el nombre en inglés pero no consigo encontrar la traducción. Si alguien la sbe le agradecería muchísimo que me lo dijera!) Todavía ignoro la metodología que vamos a emplear cuando empecemos con la recogida de datos de los peces bajo el agua, pero mientras tanto, cada vez que salimos a bucear anotamos datos sobre avistamiento de tiburones ballena, tortugas, rayas, mantas, pulpos, langostas y peces tan impresionantes como el mero gigante y el BUMPhead PARROTFISH. Otra actividad que realizamos es la recogida de plancton semanal con el fin de establecer relación entre el plancton que hay en la zona y los tiburones ballena avistados. Es ahora cuando empieza la temporada y los tiburones ballena visitan las Seychelles para saciarse del plancton que hay en sus aguas. Espero tener la suerte de encontrarme con uno cuando me toque salir a por plancton… si consigo una foto será una buena cabecera ;)
En cuanto a la vida en el campamento, poco a poco va tomando forma. Los días resultan increíblemente intensos. Nos levantamos a las 5.45 de la mañana de lunes a viernes y estamos atareados constantemente: organizamos el barco, nos encargamos de la radio, llenamos las botellas para el buceo, preparamos desayuno, comida y cena, limpiamos el campamento y por supuesto, estudiamos y buceamos. Todo está muy bien organizado, estamos dividimos en grupos que cambian semanalmente y hacemos las distintas tareas por rotación. Pasadas las dos primeras semanas, cuando acabemos con los estudios y los exámenes, tendremos más tiempo libre y podremos hacer otro tipo de cosas. Por un lado, algunos de nosotros queremos estudiar también los corales, y por otro, queremos ponernos manos a la obra con un huerto para ser más autosuficientes ya que comprar verduras aquí resulta algo complicado (estamos a más de una hora de la capital y encontrar suficientes verduras para todos los que somos no es nada fácil). Sé que muchos de los que me leéis tenéis un huerto o alguna vez lo habéis tenido así que desde aquí lanzo un llamamiento para que nos echéis un cable con información o recomendaciones varias. Cualquier link, texto o demás que pueda sernos de utilidad me hará feliz.
Y por lo pronto me despido aquí. Las dos últimas botellas están a punto de llenarse y la bahía de Ternay me espera, solitaria y azul. Debo decir que la temporada ahora es de aguas más turbias que durante el resto del año. El sedimento está algo más alborotado y hay más plancton en el agua. Lo bueno de esto es la presencia de tiburones ballena, como decía antes, así que no hay mal que por bien no venga. Y desde luego, por mucho que el sedimento se levante no me para nadie a la hora de agarrar las aletas, las gafas e irme a hacer snorkel a la bahía… sin duda, lo que más me gusta hacer cuando tengo un ratito libre :)
Para quienes quieran leerme un poquito más y cotillear sobre el campamento, podéis visitar el blog de GVI en el que he publicado un pequeño texto en inglés y donde encontrareis más fotos e información sobre la vida aquí.
Un beso fuerte,
marti
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